miércoles, 24 de octubre de 2007

¿Existen de verdad los vampiros?

En la Edad Media la figura del vampiro ya estaba bien definida. Se lo consideraba o bien un espíritu de una persona fallecida o un cadáver reanimado, que regresaba para absorber la vida de los vivos privándoles de la sangre, a fin de asegurar su propia supervivencia. La Iglesia, consideraba vampiros "latentes" a los que practicaban hechicería o cualquier clase de maleficio; a los suicidas y excomulgados (expulsados del cristianismo); a los malditos, y en general a los que quebrantaban la gran variedad de tabúes del cristianismo. Se adoptaba determinadas precauciones contra estos posibles vampiros: debían ser enterrados en los cruces de caminos, para que en el caso de que tuviesen la inoportuna idea de abandonar sus fosas, se desorientasen al no saber dónde ir; a los suicidas se los enterraba en tierra no consagrada en el norte de las iglesias, por considerarlo el punto más oscuro, o también en los cruces de caminos. Además, se les atravesaba el corazón con una larga estaca de madera que les dejaba bien sujetos al suelo. Esta practica se mantuvo en Inglaterra hasta 1823, en adelante esos entierros se prohibieron por ley. Las causas que promovieron estas leyendas eran muertes aparentes, enterramientos prematuros, epidemias, profanaciones de tumbas, ejecuciones incompletas, desapariciones, robo de cadáveres para estudio de anatomía, tratamientos médicos equivocados, etc.
La creencia en los vampiros cobro un verdadero auge en el siglo XVIII en toda Europa. Se los llamo de diferentes formas en cada zona de Europa. Se los llamó upiers, oupieres, brucolaques, vroucolacas, strigoiul, vlokoslak, nosferatu, pero el que pegó mas fue el de vampiros, proveniente del serbio vampir, que significa espectro o cadáver. Los diarios publicaban cada tanto noticias sobre la aparición de vampiros, ya sea en Francia, Holanda, y a veces en Polonia o Rusia. Se decía que aparecía después del mediodía hasta la medianoche; que chupaban la sangre de los vivos. A veces se encontraba ataúdes llenos de sangre, y al cadáver le salía sangre de la nariz. Se decía que se comían la ropa también. Generalmente cuando se exhumaba el cadáver de un presunto vampiro y se detectaba que perdía sangre, estaba rosado, flexible y bien conservado, se estaba ante un vampiro. Cuando esto ocurría se levantaban informes judiciales y los quemaban. Pero no se sabe a ciencia cierta si existieron o simplemente eran ficticios. Pensad lo que querais pero yo dormiria con una cabeza de ajo y una estaca bien cerquita jaja

1 comentario:

Miriam dijo...

WeNaS NiÑa!!

Ps NuSe K dSiRtE..

k StE AÑo Ns Lo EmOS pAsAo GeNiAl eN wDaLuPE

Y k El AÑo K vEnE Ay k rEpEtiR..

Y pOs Na MaS...

K m vOy A sTUdIa LaTIn

ByE bSs!!